sábado, 8 de diciembre de 2012

Geometría lineal no violable


Parecía que la colisión iba a ser inminente, que se fusionarían los cuerpos (almas) que parecían haber estado recorriendo por pasadizos lineales, contiguos y paralelos durante toda su vida y llegaban ahora, ansiosos, al final, a la luz. Destinados a encontrarse afuera, salvando de la oscuridad el uno al otro, llenándose y vaciándose mutuamente, sucumbir a las tinieblas del mundo juntos para emerger de nuevo, ellos, los dos.
Sí, lo parecía.
Gestando los pensamientos del otro, en forma de música, de letra, de vida. Descubrir-se cada día, reinventándose por y para su reflejo especular. Ser a ratos dos filósofos, dos mentes flagrantes y bulliciosas, anhelantes de nuevos futuros, expectantes, buscando su utópico finale. A otros, dos niños que se miran, se tocan, se entienden, se sonríen y se quieren.  
También lo parecía.
Al menos a uno de los dos (y a su medio mundo) se lo parecía. 
Pero como, desdeñosamente menciona el refranero popular-vulgar, todo no és lo que parece, esto parecía, pareció y no fue.



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Siguen los pasadizos en línea, contiguos, paralelos, y así hasta un infinito que quién sabe dónde tiene su final, si es que lo hay. 


domingo, 21 de octubre de 2012

A nosotros, vosotros, eternos todos


Arrogantes, imprudentes, desatados,
sublevados, inocentemente perversos.
Gobernamos nuestras vidas y la de los demás.

No hay mañana. No hay mañanas.

Aves rapaces nocturnas que buscan
el despertar masivo de otros como nosotros.
Comunidades unidas por la ginebra, el humo
verde y la euforia desatada
que muere inversamente proporcional
con la salida del sol.

Y cuando el ocaso se cierna sobre nosotros
otra vez, despertarán nuestras entrañas
y cual desdicha efervescente inundaremos nuestros alvéolos de aire
y de vida, las tráqueas teñirán el cielo nocturno de música
nunca antes escuchada.
Despertares tardíos que reavivan la existencia
de una humanidad cansada, gris, extinguida,
aquella de los días, de las oficinas, de las calles míseramente recorridas.

Nosotros, petulantes seres que, desdichados,
apostamos trozos de vida al momento, 
al ahora,
al todo o nada, 
conquistamos las noches de la ciudad.

domingo, 30 de septiembre de 2012

A un amigo que cumple 365 más

Ese rincón que le hago a un alma efervescente, soñadora, pirata, inmensamente viva. 
Para Pere el día de su cumpleaños, y que nadie nunca se atreva a callar tu poesía y tu música. 


" I per molt que ens diguem que tot va bé, en el fons sabem que això ja serà breu. I potser no va ser mai dolç i potser ara serem més bons però sempre odiarem les cançons que acabin de sobte i de cop."

Moltes felicitats jefe!

sábado, 29 de septiembre de 2012

Nada


Fueron tantas noches de palabras vacías, tantos suspiros sobrantes y tantas miradas frías. Nada. Lo entiendo todo, y a la vez nada. Qué palabra. Nada. Lo significa todo. La paradoja de nuestras vidas.
Me alejé, sintiéndome como un poeta mediocre eclipsado por otros genios de la palabra. Iba dando vueltas por la ciudad, huyendo vagamente de los cretinos bien vestidos y de los músicos extraviados en un vaso de ginebra. La noche abrazaba Barcelona con su capa oscura y centelleante. Las calles parecían caminos de no retorno que llevaban a ninguna parte. Muros y muros que desprendían un odioso calor, que a la vez se colaba dentro de mí por los poros de mi grietada piel. De lejos, o quizá de fondo, oía las eternas discusiones que se propagaban por el aire como si de llamas vivas se tratasen. Quemaban dentro de mi cabeza, pero el subconsciente no quería desprenderse de ellas. Era como el humo de los miles de cigarros que creía haber consumido esa tarde. Pero la ventaja del humo es que en un lugar cerrado se acumula, pero se vuelve disperso, y te acabas acostumbrando. Pero al final el humo te consume hasta el punto de acabar con tu vida. Yo no sé si deseaba eso. No me importaba. Concretamente, no me importaba nada. Vagaba por las calles, y a la vez vagaba por mares de ideas fugaces y despreciadas. Me había transformado en un planetario artificial, dónde hasta los más lejanos horizontes se enlazaban entre si. Un cúmulo de polvo y viento que formaba torbellinos que lo revolvían todo en mi interior. Pero hacía tiempo que todo me importaba nada. Los quioscos de las Ramblas estaban cerrando y no había ni un caminante que atrajera mi atención. Todo era gris y ya nada era nada. Los taburetes de los bares chirriaban y las sombras se desprendían de sus cuerpos tal y como los fantasmas de los recuerdos se amontonaban en mi espalda. Nada volvería a ser como antes. Pero poco a poco fui aprendiendo que quien se preocupa por su pasado no hace nada más que perder el tiempo. Hacía tiempo que me no importaba perder el tiempo, porque el tiempo es simplemente contar los días, uno detrás de otro. Contaba despacio y ordenadamente, esperando el momento para poder escapar y liberarme. 

Y pensar que todo esto empezó con mi pregunta:

-      ¿Qué te pasa?
-      Nada.

miércoles, 29 de agosto de 2012

Noche

No querer irse a dormir porque, a tiempo de mañana, hoy ya será ayer; por lo tanto será pasado; por lo tanto ya será recuerdo. Y yo quiero vivir/sentir el hoy una vez más. O dos. Porque para poder decir "infinito" o un "para siempre" se necesita permiso, o un par de cojones, o simplemente una razón, que no tangible pero casi.




viernes, 20 de julio de 2012

Anuncio

Si tuviera agallas, arrancaría el trapo que cubre mis adentros lentamente, con la punta de una pluma, para que el mundo -o quién demonios quiera- pudiera ver un suspiro de la conmoción exasperada que dejaste posada en mis entrañas.
El corazón, ebrio de cloroformo y bisturí en mano, ha mutilado el cordón umbilical que unía el sentido y el común.
Se anteponen ansias sedientas, raciocinios desorientados y cogniciones propias de un poeta del siglo XV con sobredosis de desamor y cerveza aguada.
No se puede mentir por escrito; los embustes se clavan sin cesar entre las vértebras, penetran en la médula y ascienden hacia lo más irracional del cerebro, infectando desde dentro. Por eso no voy a decir que estoy enamorada. Solamente te echo de menos cuando no estás, y más cuando estás de cuerpo presente y mente distante. 
Asumí el reto nada más ver tus ojos, pero no hay nada más desgarrador que el pasivismo ante un alma que se desnuda cada vez que la infectas con la luz azul de los faros que viven enterrados en tus órbitas.
Las palabras que tú crees que se camuflan entre el ramaje espeso de los árboles entran en el fondo de mi ser y se tatúan en el celofán que envuelve mi desquiciado marcapasos.

Podría meter la mano en el tórax, encontrar el palpitante ser y clavarle las uñas hasta lo más hondo del pericardio, tirar de él y entregártelo como macabra prueba de amor.


Podría.


¿Querría?




Podría cogerte la cara con esas mismas manos y dejarla tan cerca de la mía que no tengas más opción que dejarte llevar si lo sientes o escupirme un adiós si todo esto no ha sido más que otra heroica e indiscriminada hazaña en tu extensa colección de trofeos de caza.




Podría.

jueves, 5 de julio de 2012

Fotogramas


Un instante. La música, todo tiene un sentido, cada tiempo, cada segundo, cada silencio es valioso, preciado, mágico, eterno. Una sala de cine medio vacía en una sesión golfa. Un faro que te indica el camino que puedes seguir, elegir tú mismo el camino que quieres. Tantas noches y tantos días. La suerte se esconde entre los pétalos de esa flor perdida en el bosque. El vacío. Su mirada vacía. Persecuciones por las calles estrechas y sucias de una ciudad abandonada. Un abrazo demasiado fugaz. La aguja de la brújula, sin norte, dando tumbos enloquecida. Secuencias de sueños pasan rápidamente por su mente. Los segundos se aceleran. El mundo gira y gira. El caos.

Un beso

y todo parece detenerse.

miércoles, 27 de junio de 2012

Acta est fabule


No te voy a escribir los versos
más tristes esta noche,
como Neruda a sus amantes
de polietileno anacarado.
Ni yo soy de hielo,
ni tú eres de plástico.
No somos los mismos.
Noches de vigilia y (en)sueño
cuando se siente el fervor borbollante
de la nostalgia impactando
en las parades de las venas.
El reloj y sus eternas cadenas
a las cuales vivo ancorada:
condena a cadena perpetua transitoria.
Tic. Suspiro.
Tac. Recuerdo.
Tic. Sus manos.
Tac. Su pelo.
Nunca es tarde, dicen.
Pero se evapora el tiempo.
Forzada a auto-eximirme
de la culpa y de tus besos.
¿Por quién?
¿Por tí? ¿Por mí?
Por el adiós inminente.

sábado, 9 de junio de 2012

Jodidamente especial

Somos
Un desastre inminente
Hojas rasgadas sin escribir
Media sonrisa burda
Miles de gotas rompiéndose
Sexo dulcemente brusco
Nuestros peores enemigos
Armas de destrucción pasiva
Efímeros
La tormenta que nunca se desvanece
Espaldas arañadas
Una serie de porqués
Muñecos postnucleares
Todo
Las dos mitades de aquél corazón arrancado aún humeante
Clarividencias absurdas
El signo infinito por donde se une
Marilyn Monroe retorciéndose un pezón
Frases mal yuxtapuestas
Siameses unidos por la mente
Un punto y a parte
Previsible cadencia perfecta de V7 a I.