viernes, 1 de marzo de 2013

Tres microrrelatos


Antes de poner los ojos encima de los fragmentos que siguen a esta breve introducción, el lector debe saber que dichas oraciones fueron concebidas bajo un estado de plena liberación mental i exacerbación de los sentidos secundarios que se esconden bajo la razón, y que salen emanadas del individuo en cuestión, que se encontrará en un estado de semilucidez paranoide y apoplejía sensorial  bajo los efectos de un humo que fluctúa entre alucinógeno y estupefaciente. Así, no busquen la racionalización de ideas en estos párrafos ya que no la hallarán, libérense y déjense llevar por las neuras de esta energúmena que aquí pone el punto y aparte.


“Limones lloran solos en su rareza amarilla en el suelo del azul cielo que parece ser el dulce que se convierte en tormenta imaginaria en la humidad de sus pupilas enormes que se abren vivas a coger las manos de la tierra mojada que se tiñe en los ojos de aquella que amó y no fue amada.”


“Embriones no perciben la subestética que se cuela proporcionando las emanaciones que se hunden en su cabeza serena que es su casa y es bella entre las cosas que tienden a ir al detalle superficial físico que se rompe en el tímpano de la sociedad siendo así base de la razón más empírica de la belleza más extensa que se cogería al asa de la sinrazón.”


“El drama asciende peligrosamente en el mundo pragmático del alma represiva que humeante se alza por encima de la ciencia que se juró amena y que se abrirá como un pétalo grande dedicado al amor del comienzo del fin del silencio.”

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